jueves, marzo 29

LECTURA DE ANTIBIOGRAMA




 El antibiograma puede interpretarse por medio de valores cualitativos como sensible, intermedio o resistente basado en la Concentración Mínima Inhibitoria (MIC) de antimicrobiano que inhibe el crecimiento bacteriano. Sin embargo, en la actualidad se prefiere realizar una lectura interpretativa basada en el conocimiento de los diferentes mecanismos de resistencia, permitiendo predecir el riesgo de resistencia a otros antibióticos que in-vitro aparecen como sensibles.

RESISTENCIA NATURAL DE ESPECIES DE ANTIBIÓTICOS



INTERPRETACIÓN DEL ANTIBIOGRAMA EN BACILOS GRAM NEGATIVOS 


Betalactámicos:


  • Alteración del sitio blanco de acción: producción de proteínas de unión a penicilinas (PBPs) adicionales de baja afinidad por el antibiótico ó modificaciones estructural en las PBPs originales generando una enzima con muy baja afinidad por el antibiótico.
  • Trastornos de la permeabilidad: El mecanismo más importante es el que se da por mutantes deficientes en una o más porinas de la membrana externa. Como ejemplo de ello es la resistencia al imipenem en cepas de P. aeruginosa donde la deficiencia de una porina por donde ingresa el antibiótico genera resistencia a algunos carbapenémicos.
  • Eflujo activo e hidrólisis enzimática mediada por betalactamasas: es el mecanismo de resistencia más reconocido de los bacilos Gram negativos a los betalactámicos, generando la hidrólisis enzimática de penicilinas, cefalosporinas y en ocasiones a carbapenémicos. 



Aminoglicósidos:

Si bien las betalactamasas son los mecanismos enzimáticos más frecuentes, existen otras enzimas que generan resistencia concomitante a otras familias de antibióticos. Algunas metilasas, acetiltransferasas, nucleotidiltransferasas y fosfotransferasas que inactivan en forma efectiva los aminoglicósidos.


Quinolonas:

La resistencia a quinolonas en enterobacterias se alcanza por acumulación de mutaciones en los genes de la topoisomerasa, especialmente gyrA y parC. Estas mutaciones se concentran en una región llamada QRDR. Otro mecanismos de resistencia es la hiperexpresión de bombas de expulsión o algunas alteraciones en porinas causando algunos niveles de resistencia bajo. Además, se han descrito 3 mecanismos de resistencia residente en plásmidos: proteínas de resistencia a quinolonas (Qnr) que protegen a la DNA girasa; la enzima modificante de aminoglucósidos Aac (6′)-Ib-cr que le confiere resistencia cruza a las quinolonas y adicionalmente un sistema de eflujo.


Trimetropim-Sulfametoxaxol:

Estos compuestos inhiben competitivamente la incorporación del ácido para-aminobenzoico en el ácido tetrahidropteroico, un precursor del ácido fólico, mediante la interferencia de la enzima dihidropteroato sintetasa. La resistencia a sulfonamidas es producida ya sea por un aumento de la síntesis del ácido para-aminobenzoico, mutaciones en la dihidropteroato sintetasa o por un mecanismo enzimático codificado en plásmidos que hacen inefectiva la acción de las sulfonamidas.


Pseudomonas aeruginosa: 

P. aeruginosa tiene una resistencia natural a múltiples antibióticos y fácilmente adopta resistencia a otros a través de la adquisición de elementos genéticos móviles o mutaciones. La resistencia que presenta este microorganismo se debe, a mecanismos como la producción abundante de enzimas inactivadoras, incluyendo la expresión natural de AmpC cromosómica, la impermeabilidad de la membrana, y la presencia intrínseca de bombas eflujo, principalmente Mex-AB-OprM (Tabla 4). Todos estos mecanismos favorecen el fácil desarrollo de multidrogorresistencia en este grupo de microorganismos.
El fenotipo silvestre de P. aeruginosa es susceptible a quinolonas, aminoglicósidos, ureidopenicilinas, ceftazidima y cefalosporinas de cuarta generación, además, sensibilidad a aztreonam y carbapenémicos (excepto ertapenem). 


INTERPRETACIÓN DEL ANTIBIOGRAMA EN COCOS GRAM POSITIVOS 


A diferencia de los bacilos Gram negativos, la resistencia en este grupo de microorganismos está asociada a cambios estructurales en la pared celular o en componentes citosólicos como los ribosomas y no a mecanismos enzimáticos. Los ejemplos más representativos son aquellos mecanismos de resistencia expresados por: Staphylococcus spp. , Enterococcus spp. y Streptococcus spp.



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