jueves, abril 5

SEPSIS NEONATAL


Es aquella que ocurre dentro de los primeros 28 días de vida para un bebé a término, y hasta cuatro semanas después de la fecha probable de parto en recién nacidos pretérmino. Se considera un caso confirmado de sepsis, aquel en el que se aísla cualquier microorganismo en un fluido corporal normalmente estéril como sangre, orina o líquido cefalorraquídeo (LCR), y sepsis clínica cuando el paciente presenta signos y síntomas de infección sistémica sin confirmación microbiológica.


Según el tiempo de presentación de los síntomas, la sepsis neonatal se clasifica en temprana y tardía. La temprana aparece en las primeras 72 horas de vida, tiene relación con infecciones adquiridas antes o durante el parto y, generalmente, representan transmisión vertical. La neumonía es la presentación más común en este grupo. La infección por Streptococcus del grupo B (SGB) se puede considerar en el contexto de sepsis temprana hasta los tres meses de vida. La sepsis tardía se presenta luego de las 72 horas de vida y se atribuye a microorganismos adquiridos por la interacción con el entorno hospitalario o la comunidad. La infección urinaria es la infección más común en este grupo.



Sepsis temprana:

Generalmente es intrauterina por el paso transplacentario de un microorganismo o, más comúnmente, por vía ascendente desde el canal vaginal luego de la ruptura prematura de las membranas ovulares (RPMO). El paso por el canal del parto representa una fuente adicional de infección.
Los agentes etiológicos más frecuentes en sepsis temprana son SGB (43 – 58%) y Escherichia coli (18 – 28%). Listeria monocytogenes (0.5%) y Staphyloccoccus aureus (2.4%) se aíslan con menor frecuencia, pero con una mortalidad significativa.
Cando hay membranas ovulares íntegras se sospecha principalmente infección por Mycoplasma hominis, Ureaplasma urealyticum, Fusobacterium spp, Gardnerella spp, Bacterioides spp, Peptostreptococcus spp, Neisseria gonorrhoeae, y Clamydia trachomatis; en cambio, cuando hay ruptura de membranas ovulares los organismos relacionados son el SGB y los Gram negativos entéricos, que son los que con mayor frecuencia se aíslan en el recto y vagina al final de la gestación.


Sepsis tardía:

Se presenta luego de las 72 horas de vida y cobran importancia las fuentes de contagio intrahospitalaria y de la comunidad. La principal vía de transmisión es por contacto, lo que denota la necesidad de la higiene de las manos, sobre todo en el ámbito intrahospitalario. Es más frecuente en recién nacidos con dispositivos intravasculares como accesos venosos centrales.
Los microorganismos más frecuentes en sepsis tardía intrahospitalaria son los cocos Gram positivos como Staphylococcus aureus y los estafilococos coagulasa negativa (50%); sin embargo, en los países en vías de desarrollo los bacilos gram negativos, principalmente Escherichia coli, Klebsiella spp., Serratia Enterobacter spp y Pseudomonas spp son frecuentes como agentes etiológicos.
Las infecciones fúngicas invasivas, principalmente por Candida spp, juegan un roll importante en la sepsis tardía hospitalaria, con una mortalidad cercana al 60% y se presentan principalmente en niños con factores de riesgo como muy bajo peso al nacer (menor de 1000 gr), cirugía intraabdominal, nutrición parenteral total prolongada y uso de antibióticos de amplio espectro, entre otras.
 En sepsis tardía adquirida en la comunidad, los virus como el virus respiratorio sincitial y enterovirus, son los principales agentes etiológicos, el Herpes virus debe considerarse en sepsis tardía en cualquier neonato con lesiones vesiculares y en aquellos con sepsis que no mejoren con antibióticos o que tengan cultivos negativos a las 24h, sobre todo si tienen compromiso hepático o neurológico. Continúan siendo importantes bacterias como Streptococcus pneumoniae, H. influenza, sin olvidar el SGB que da cuenta hasta el 25% de los casos.

Factores de riesgo:


Manifestaciones clínicas:


Diagnóstico:


Diagnóstico basado en los cultivos: La sepsis neonatal se confirma con el aislamiento del agente etiológico de un sitio normalmente estéril. Para hemocultivos, se debe obtener un mínimo de 0,5 a 1 ml de sangre, preferiblemente de dos punciones y sitios diferentes.

Algunos organismos pueden detectarse sólo en el líquido cefalorraquídeo (LCR) y no en sangre en el momento de la evaluación de la sepsis, por lo que en recién nacidos sintomáticos o con falta de respuesta al tratamiento inicial, la evaluación de sepsis debe incluir la punción lumbar.

Diagnóstico independiente del cultivo: Debido a que la reacción en cadena de polimerasa (PCR) es una técnica altamente sensible y rápida, se realiza cada vez más en fluidos corporales, aun cuando no haya aislamientos en los cultivos.

Tratamiento:

Sepsis temprana:
El tratamiento antibiótico para la sepsis temprana, las Bencilpenicilinas (ampicilina) más un Aminoglucósido (amikacina o gentamicina), proporcionan un cubrimiento excelente para los microorganismos implicados. El régimen de antibióticos debe replantearse una vez que los resultados del cultivo estén disponibles, con recomendación de suspenderlos a las 48 a 72 horas, si los cultivos son negativos.




Sepsis tardía:
La elección del antibiótico se basa en la epidemiología local y en el conocimiento de los mecanismos de resistencia de cada germen, así mismo si se trata de una sepsis tardía de origen intrahospitalario o de la comunidad.
Los antibióticos de elección en sepsis tardía intrahospitalaria incluyen cefalosporinas de cuarta generación (Cefepime), piperacilina-tazobactam, carbapenémicos, vancomicina y aminoglucósidos, todos ellos con una indicación específica. El uso de cefalosporinas de tercera generación no está indicado para el manejo de infecciones nosocomiales por la probabilidad de inducción de B-lactamasas, pero sí en infecciones adquiridas en la comunidad porque se asocian con ampicilina para cubrimiento de Listeria.
La piperacilina-tazobactam es útil en infecciones de origen intrabdominal, pero debe evitarse si se sospecha compromiso de sistema nervioso central. El uso de vancomicina está justificado en el neonato con factores de riesgo para infección por cocos Gram positivos como infecciones de piel y tejidos blandos, sólo se continúa si los cultivos son positivos luego de 48 a 72 horas.
Los hongos, especialmente Candida spp, representan una alta morbimortalidad (20–40%) principalmente en recién nacidos pretérmino. Como se mencionó previamente, se deben considerar en prematuros que se encuentren en ventilación mecánica con larga estancia hospitalaria, uso de antibióticos previos, anti H2, cirugías abdominales, trombocitopenia, y con mala evolución clínica. Sólo está indicada la profilaxis con fluconazol en pacientes prematuros de muy bajo peso al nacer (menor a 1500 g), si la unidad de cuidado intensivo tiene tasas de Candidiasis invasiva >5%. 





REANIMACIÓN EN LA PACIENTE GESTANTE


En la práctica médica, el paro cardiorrespiratorio (PCR) en la mujer embarazada es un evento raro.  Generalmente, las mujeres gestantes son jóvenes y sanas, por lo que el riesgo de muerte súbita es bajo.  Se debe considerar como un escenario único, pues envuelve dos pacientes simultáneamente: la madre y el feto. Al igual como sucede en la reanimación del paciente adulto, la reanimación de la paciente obstétrica requiere de una serie de pasos secuenciales, maniobras específicas y ciertas habilidades para mejorar el pronóstico materno fetal.  Para lograr esto, se requiere tener en cuenta algunas condiciones especiales dadas por los cambios fisiológicos asociados a la gestación, los eventos que desencadenaron el paro cardiorespiratorio y la condición fetal.


Etiologías comunes del paro cardíaco materno:




Cambios fisiológicos durante el embarazo:


Existen cambios a nivel circulatorio, pulmonar, digestivo y de vías aéreas que van a tener un impacto directo al momento de realizar una reanimación cardiopulmonar en la paciente embarazada, sobre todo cuando el paro se presenta posterior a la semana 20 de gestación. 

A continuación mencionaremos los más importantes:

Circulatorio: 
El organismo tiene que realizar cambios a fin de poder oxigenar adecuadamente al feto, por ello debe aumentar el flujo sanguíneo uterino; tiene que compensar la compresión aorto cava al adoptar la posición supina y tiene que prepararse para la pérdida sanguínea durante el parto. Para ello el volumen plasmático aumenta entre 25 y 80%, dependiendo de la evolución del embarazo.

Respiratorio: 
Debido al aumento en el consumo de oxígeno por el feto, el útero y la placenta, la tasa metabólica se encuentra aumentada, produciéndose por consecuencia una mayor cantidad de dióxido de carbono.  Las concentraciones plasmáticas aumentadas de progesterona provocan un aumento en el volumen tidal y el volumen minuto, lo que tienden a compensar estos requerimientos aumentados.

Gastrointestinal: 
Enlentecimiento de la motilidad gastrointestinal y disminución del tono del esfínter gastroesofágico, haciéndola más propensa a la broncoaspiración.

Compresión aorto cava
Uno de los cambios que más influencia tiene sobre la reanimación cardiopulmonar es la compresión aorto cava. Alrededor de la semana 20 de gestación el crecimiento uterino ha alcanzado un volumen tan extenso que al adoptarse la posición supina el útero ocluye en forma importante la vena cava inferior y la aorta a nivel infrarrenal, impidiendo el retorno venoso y bajando considerablemente el gasto cardíaco.

Alteraciones farmacológicas: 
La mayor parte de las drogas vaso activas: adrenalina, noradrenalina, dopamina, dobutamina, etc., producirán alteraciones en la circulación útero placentaria. Durante la reanimación cardiopulmonar a pesar de la influencia que tengan estas drogas sobre el feto, deberán de ser utilizadas a las dosis recomendadas, ya que la única posibilidad de sobrevivencia del feto implica que la madre mejore su condición hemodinámica.


Soporte vital básico:


Una vez documentado el PCR se deben iniciar, de inmediato, las compresiones torácicas y el manejo de la vía  aérea, mientras se notifica al resto del equipo de reanimación. Al mismo tiempo, y si el fondo uterino se encuentra a la altura umbilical (más de 20 semanas de gestación aproximadamente), se debe aliviar la compresión aorto-cava, por medio del desplazamiento uterino manual hacia la izquierda., sin necesidad de realizar la maniobra de lateralización que impide realizar compresiones efectivas. 

Las compresiones efectivas incluyen los siguientes aspectos: Tener una frecuencia entre 100 y 120 latidos por minuto; las manos del reanimador deben ubicarse en el centro del torax, igual que en las pacientes no embarazadas; Profundidad mínima de 2 pulgadas (5cm) y permitir el retroceso completo del tórax; Evitar las interrupciones; proporcionar ventilación con bolsa-válvula-máscara con oxígeno al 100% /15 litros/min) con una relación de compresión-ventilación de 30:2; la desfibrilación temprana se debe proporcionar tan pronto esté disponible y sea apropiado (FV o TV). Sin embargo los ritmos más frecuentes de paro son no desfibrilables. La energía de choque son 120 a 200 J; la ubicación de la paleta anterolateral debe ser por debajo de la mama.


Soporte vital avanzado:


El manejo de la vía aérea es uno de los pilares de la reanimación en la gestante. A la hora de abordar este problema debemos tener en cuenta las consideraciones anatómicas y los cambios fisiológicos que llevan a la disminución en la reserva de oxígeno y hacen particularmente vulnerable a la mujer embarazada a presentar hipoxemia. Otros cambios anatómicos incluyen edema de las vías respiratorias, friabilidad de la mucosa y aumento de secreciones con incremento del riesgo de hemorragia con la inserción de tubos gástricos o traqueales. Se debe considerar siempre como vía a aérea difícil. La intubación orotraqueal (IOT) debe ser realizada por el más experto del equipo reanimador, con un diámetro de 6.0 – 7.0 para incrementar la probabilidad de intubación exitosa.

Si la paciente ha estado recibiendo sulfato de magnesio, suspenda la infusión y administre gluconato/cloruro de calcio IV. La toxicidad por magnesio tiene un amplio espectro de presentaciones, que van desde alteraciones hidroelectrolíticas, compromiso neurológico, hasta despresión respiratoria y paro cardiorespiratorio.

El manejo de los medicamentos es similar a los adultos. El vasopresor de elección es epinefrina a dosis de 1 mg IV el cual debe administrarse tempranamente y repetirse cada 3 a 5 minutos.

La identificación de las condiciones que precipitaron el evento es de crucial importancia para poder implementar las estrategias que permitan lograr el retorno a circulación espontanea.


Cesárea de emergencia en PCR:


Existe la posibilidad de que después de instauradas las maniobras de reanimación, no haya retorno a la circulación espontánea.  En estos casos, es necesario pensar en la posibilidad de la cesarea perimortem con el fin de intentar salvar la vida en la madre y del feto en caso de que éste sea viable, mejorando los esfuerzos de resucitación al aliviar la compresión aorto-cava, lo que resulta en un aumento del 60% al 80% en el GC.  Este procedimiento se debe considerar a los 4 minutos del inicio del paro cardíaco materno y completarse al quinto minuto del paro no presenciado. Cualquier técnica de incisión es aceptable, en caso de trauma es mejor la incisión vertical ya que provee mejor visualización del abdomen.


Cuidados postparo:

Estos cuidados van dirigidos a optimizar la función cardiopulmonar y la perfusión sistémica,, especialmente la profusión cerebral; identificar la causa que desencadenó el evento, si aun no se ha hecho e iniciar su manejo; establecer medidas para prevenir la recurrencia y mejorar el pronóstico neurológico.

Si se logra el retronó a circulación espontánea sin necesidad de llevar a cabo cesárea de emergencia, se recomienda llevar inmediatamente en decúbito lateral izquierdo a cirugía para mejorar los parámetros hemodinámicos y prevenir la recurrencia del paro. Considerar el uso de antibióticos profilácticos y oxitocina posterior a la cesare; sin embargo la oxitocina precipita isquemia cardiaca por lo que debe ser usada con precaución. 




ACCIDENTE OFÍDICO


​​Según el ministerio de salud y protección social de Colombia: "El accidente ofídico es causado por la mordedura de serpientes que poseen e inoculan sustancias tóxicas, las cuales lesionan los tejidos y provocan alteraciones fisiopatológicas en la víctima..."


Serpientes venenosas:

Las especies de serpientes de importancia médica en Colombia están agrupadas en tres familias: Viperidae, Elapidae y Colubridae (grupo de las opistoglifas). La familia Viperidae es la más importante desde el punto de vista médico en las Américas.

Failia Columbridae:

Pertenece al grupo de las opistoglifas, las cuales tienen unos colmillos cortos y posteriores en la boca.  Es una familia bastante diversa y habita casi todos los habitats disponibles, además soportan grandes altitudes (hasta 3500 msnm)








Familia Elapidae:

No tienen colmillos retráctiles (proteroglifas) ni foseta termorreceptora, su dentadura es pequeña, pero poseen un aparato venenoso peligroso para el ser humano.

Son conocidas popularmente con el nombre de Corales, se caracterizan por sus colores rojo, negro y blanco o amarillo, son de hábitos nocturnos y poco agresivas, se alimentan de otras serpientes en el 90% de los casos, así como de anfibios y otros reptiles.



Familia Viperidae:

Caracterizadas por ser solenoglifas (poseen colmillos retráctiles), tener un par de fosetas termorreceptoras, las cuales sirven para detectar a su presa (foseta loreal), a cada lado de la región supralabial, entre los orificios nasales y los ojos. 







Dentro de la familia Viperidae, está la subfamilia Crotalinae, la más importante desde el punto de vista médico en las Américas. 



En Colombia se encuentra representada por los géneros Bothrops, responsable del 90-95% de los envenenamientos ofídicos a nivel nacional, Lachesis 2% de los casos, Crotalus 1% de los casos. 




Envenenamiento bothrópico:
Constituye el 90-95% de los accidentes ofídicos por serpientes venenosas en Colombia (SIVIGILA, 2011).
Debido a la amplia distribución geográfica de las serpientes venenosas de estos géneros a lo largo y ancho del país, principalmente en las zonas bajas, este tipo de accidente puede darse en cualquier región del país.
En el cuadro clínico de los accidentes bothrópicos, hay dos efectos claramente diferenciados, los locales y los sistémicos. 


Antiveneno:

•Leve 2 (INS) a 4 frascos (Probiol, Bioclón)
•Moderado 4 (INS) a 8 frascos (Probiol, Bioclón)
•Grave 6 (INS) a 12 (Probiol, Bioclón) frascos

Diluir en adultos 250 ml SS 0.9%
Diluir en niños:100 ml 0.9%


Velocidad de infusión:

•10 gotas/minuto en los primeros 15 minutos
•Si no hay reacción pasar en 30 – 60 minutos

En caso de reacción adversa suspender goteo
•Adrenalina (1:10.000) IV
•Adultos 0.3 -0.5 mg . Niños (0.01 mg/kg)
•Glucocorticoide c/6h + antihistamínico (por 24 horas)

Si desaparecen síntomas reanudar infusión luego de 15 minutos y pasar en 2 horas.  Si persisten síntomas iniciar infusión de Adrenalina 1 ampolla (1:1000) en 250 ml SS 0.9%. Pasar a 6 – 10 gotas/minuto


Envenenamiento lachésico:
En Colombia el envenenamiento lachésico está representado por dos especies: Lachesis muta y Lachesis acrochorda.
Lachesis mutua: habita en la Amazonía y la Orinoquía colombiana, además desde el pie de monte de la cordillera Oriental hasta los 1.000 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Lachésis acrochorda: habita en los valles de los ríos Magdalena, Cauca, San Jorge y sus afluentes y en toda la región Pacífica colombiana.
Las serpientes del género Lachesis se denominan popularmente con los nombres de "Verrugosa", "Rieca”, "Surucucú", "Cascabel sorda", "Bushmaster"

El accidente lachésico produce las mismas manifestaciones locales y sistémicas que el envenenamiento bothrópico, diferenciandose por su acción neurotóxicas que produce excitación vagal manifestada por bradicardia, hipotensión marcada cólicos abdominales intensos y diarrea abundante, lo cual puede llevar al paciente al estado de shock.


Envenenamiento crotálico:


Los envenenamientos crotálicos los produce la serpiente cascabel, que habita zonas de bosque seco o semiseco tropical, particularmente en el litoral Caribe, los valles de bajo y alto Magdalena y los Llanos Orientales.

Manifestaciones generales: 
Marcas de colmillos, edema escaso o ausente, escasa reacción local.

Manifestación neurológica: 
Ocurren por la acción neurotóxica del veneno, surgen en las primeras 6 horas de la mordida y se caracterizan por parálisis de los músculos faciales, alteraciones pupilares, incapacidad para los movimientos de los globos oculares, visión borrosa y/o diplopía

Manifestaciones musculares: 
Provoca dolores musculares generalizados (mialgias) que pueden aparecer precozmente. Las fibras musculares esqueléticas lesionadas liberan cantidades variables de mioglobina, que es excretada por la orina (mioglobinuria), dándole una tonalidad desde rojiza hasta marrón, que constituye la manifestación clínica más evidente de rabdomiolisis y alerta sobre la gravedad del envenenamiento.

La mordedura de la serpiente cascabel requiere atención en Institución de salud de 2 o 3 nivel de complejidad.

1. Provocar diuresis aumentada para prevenir daño renal por rabdomiolisis: > 1 cc/kg/h adultos y > 2 cc/kg/h niños.

•La alcalinización urinaria no ha demostrado ser superior a los cristaloides.
•Administrar Furosemida solo cuando no se logre buen gasto urinario.
•Tenga en cuenta que la alcalemia metabólica y acidificación de la orina provoca precipitación de la mioglobina en túbulos renales.

2. Utilizar antibióticos sólo ante evidencia o confirmación de infección.

3. Aplicar toxoide tetánico después de pruebas de coagulación normales.



Envenenaniemto elapídico:


Las mordeduras por serpientes corales son poco frecuentes ya que en general son poco agresivas, con mecanismos menos efectivos para la inoculación de veneno; y usualmente el individuo es mordido por manipular la serpiente en forma inadecuada e imprudente.

Las mordeduras ocurren con más frecuencia en manos o pies y suelen quedarse adheridas en el sitio donde muerden, debido a su limitada apertura oral.

Están ampliamente distribuidas en el país hasta los 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar.

Ocasiona exclusivamente daño neurológico:

•Visión borrosa
•Ptosis palpebral
•Sialorrea
•Disfagia
•Dificultad para la marcha 


En casos moderados y graves puede presentar compromiso en los músculos respiratorios que lo llevan a presentar disnea y, en el peor de los casos, paro respiratorio.
Estas manifestaciones inician horas después de la mordedura, tienden a ser progresivas
Todos los casos deben considerarse potencialmente de riesgo vital, se requiere hospitalización y vigilancia estricta en UCI.

Tratamiento:
  • El paciente con mordedura de serpiente Coral debe ser tratado en UCI (50% soporte ventilatorio).
  • Administrar seroterapia (entre 5 – 10 ampollas)
  • Coral con clave “RANA” en su coloración: Coralmyn® (México) o Suero Anticoral ICP® (Costa Rica)
  • Ternas o Micrurus mipartitus. Soro Antielapídico® (Instituto Butantan de Sao Paulo, Brasil).
  • No está indicado repetir nueva dosis de antiveneno.
  • Antibióticos: no indicados.
  • Toxoide tetánico discutido, se deja a criterio del médico tratante.
  • Paraclínicos: pH-gases, ionograma, CPK-MB, HLG, plaquetas, función renal y pruebas de coagulación.


Antivenenos suero antiofídico
El Suero antiofídico o Antiveneno ofídico es el único antídoto específico con capacidad de neutralizar las toxinas presentes en el veneno de serpiente, es una globulina hiperinmune extraída de un animal que ha sido previamente inmunizado con el veneno apropiado.
Un tratamiento adecuado para el accidente ofídico es críticamente dependiente de la capacidad del antiveneno para revertir la coagulopatía inducida por el veneno, la hemorragia, el shock hipotensivo y otros signos de envenenamiento sistémico.
El suero antiofídico es un medicamento esencial -Acuerdo 029 de 2011, Comisión de Regulación en Salud, 28 diciembre 2011- por tanto está incluido en el Plan Obligatorio de Salud - POS.

Distribución de antivenenos
La distribución de antivenenos ofídicos se da por dos mecanismos principales:

a) Todas las Instituciones Prestadoras de Servicios de salud deben tener un inventario de los antivenenos necesarios, de acuerdo con la distribución de las serpientes en la zona y el comportamiento epidemiológico del evento.

b) El Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS), puede suministrar los antivenenos en situaciones de emergencia ó desastres naturales, ó en el caso de accidente elapídicos, el antiveneno es importado desde Costa Rica y Brasil en circunstancias de urgencia vital por acuerdos de colaboración entre países.

Para Colombia, el Instituto para la Vigilancia de Medicamentos y Alimentos – INVIMA, www.invima.gov.co, otorga los registros sanitarios, que permiten fabricar y comercializar suero antiofídico polivalente, a las siguientes

•Actualmente no se recomienda realizar ninguna prueba de sensibilidad debido a que carece de valor predictivo, por esta razón los pacientes deben permanecer en observación estricta durante el procedimiento de administración del antiveneno.

•La administración de glucocorticoides o antihistamínicos pueden tenerse a la mano como parte del tratamiento sintomático de los síntomas alérgicos en caso de presentarse. Recuerde que en caso de reacción anafiláctica al uso de antiveneno, la única medida realmente efectiva para controlar los síntomas graves es el uso de adrenalina. 




ENFOQUE DEL PACIENTE CON NEUMONÍA


La Neumonía corresponde a cualquier infección del parénquima pulmonar, no obstante es importante tener en mente que hay varias formas de neumonía que no corresponden necesariamente a infecciones, dado que hay varias formas de neumonía que no son de origen infeccioso como lo son por ejemplo las neumonías intersticiales, en estos casos el problema es de origen inflamatorio, por ello, hablando de la definición de neumonía corresponde a un estado inflamatorio que puede ser de origen inflamatorio infeccioso, inflamatorio por autoinmunidad, inflamatorio por medicaciones o tóxicos, inflamatorio por condiciones idiopáticas.


Los términos bronconeumonía y neumonía lobar se utilizan de una forma indiscriminada o indiferente: 

  • La definición presentada en el libro de patología de Robbins bronconeumonía es una condición que nace a partir de los bronquiolos, bronquios y alvéolos que puede diseminarse a los bronquios adyacentes y producir un compromiso multilobar. 
  • La neumonía lobar es una condición que como su nombre lo indica está restringida un compromiso de un lóbulo y en este sentido la diferenciación clínica pudiera ser de utilizada, el 90% de las neumonías lobares son de origen Streptococcus pneumoniae.


Hoy en día encontramos una amplia gama de epónimos a las diferentes formas de neumonía. Todas estas clasificaciones estpan encaminadas a tener un orden en el enfoque y toma de decisiones según la clasificación sobre cuál tipo de germen puede ser más probable y sea el causante de la neumonía.



Neumonía adquirida en comunidad (NAC):

Esta es una condición clínica que sigue teniendo validez cuyo significado clínico y práctico está dado por el lugar de donde proviene el paciente y desarrollo la enfermedad, aquella neumonía que se desarrolla en un ambiente de tipo extra-hospitalario y según lo anterior los posibles agentes etiológicos se comportan epidemiológicamente diferente al comparar con otras formas de neumonía. 

En general es aquella neumonía que es adquirida en la comunidad y es un individuo inmunocompetente. No obstante dentro de esta consideración hay elementos a tener en cuenta, algunos han tratado de definir si esta condición es en jóvenes o en mayores y más exactamente en personas de 65 años o más. Pero esto no para aquí, hay varios elementos clínicos a tener en cuenta como son las posibilidades de bronco-aspiración, aquí debe analizarse si hay antecedentes o condiciones que predispongan al bronco-aspiración (epilepsia, alcoholismo, enfermedades digestivas que predispongan al reflujo o bronco-aspiración, pérdida de la conciencia, ECV o enfermedades neurológicas, uso de drogas psicoactivas), es importante conocer antecedentes de viajes y estancias en otros lugares, antecedentes laborales como trabajar con aves, ganado bovino, equino. La forma de presentación aguda de la enfermedad indicará un perfil de posibilidades etiológicas bacterianas o virales y para tal efecto un orden de estudios clínicos y paraclínicos. 

Neumonía asociada al cuidado de la salud:

Es preciso tener en mente cuando se tiene se hace un diagnóstico de neumonía en un paciente los factores de riesgo que pueden hacer que padezca una neumonía por patógenos multi-drogo-resistentes (MDR)

Los gérmenes aquí involucrados a tener en cuenta son el Estafilococcus aureus meticilino-resistente (MRSA), Pseudomonas aeruginosa, ESBL –Enterobacterias

Neumonía Nosocomial:
Característicamente se ha definido como aquella neumonía que aparece luego de estar hospitalizado más allá de 48 horas, en este grupo de neumonía aparece unos subgrupos y clasificaciones como son la forma neumonía nosocomial temprana y la forma tardía, la neumonía asociada al uso de la ventilación mecánica (o mejor intubación).


La neumonía nosocomial se ha clasificado como temprana, aquella que aparece a partir de las primeras 48 horas de hospitalización y la tardía que sucede más allá de 5 días de hospitalización. La diferenciación se fundamenta en las posibilidades de gérmenes encontrados, el MRSA, H. Influenzae y las Enterobacteriaceae. Aquellos pacientes con Neumonía nosocomial más allá de 5 días tendrán en cuenta los gérmenes mencionados más la posibilidad de Pseudomona aeruginosa, ESBL enterobacteriaceae, MRSA, acinetobacter.
Una de las consideraciones frente a esta forma de neumonía es el tipo de antibióticos que se requieren para el tratamiento, definitivamente son de más amplio espectro y quizás el abordaje diagnóstico en veces puede ser diferente por la indicación de fibrobroncoscopia u otros métodos diagnósticos con el fin de determinar el agente etiológico.


Consideración inmunológica:

La condición inmunológica es una parte clave al momento de definir el enfoque y las consideraciones diagnósticas de los pacientes que tiene un diagnóstico de neumonía. 

Los pacientes pueden tener compromiso de la inmunidad por varias circunstancias: 
  • La infección por VIH-SIDA condiciona la inmunidad por células T
  • Los pacientes con inmunodeficiencias adquiridas como la hipogamaglobulinemia tienen deficiencias en las células B, característicamente estos pacientes tiene neumonías recurrentes, otitis, faringitis, sinusitis trastornos gastrointestinales y pueden asociarse a anemia hemolítica y esplenomegalia y trombocitopenia autoinmune.
  • Los pacientes sometidos a quimioterapias, trasplantes hematológicos, fases iniciales de trasplante de órganos sólidos pueden presentar neutropenias y en este sentido compromiso por aspergillus y otros hongos además de otras bacterias son importantes a tener en mente. 
  • Pacientes con tratamientos con medicamentos inmunosupresores como metotrexate, azatioprina, esteroides, micofenolato, ciclosporina, inhibidores de factor de necrosis tumoral alfa, inhibidores anti CD20 (rituximab) y CD52 (alemtuzumab) pueden desarrollar pneumocystosis, tuberculosis, infecciones por hongos, CMV. 

Es por eso que conocer los antecedentes de medicaciones y la condición inmunológica de un paciente es determinante para el enfoque y posibilidades diagnósticas del paciente con neumonía.



Radiografía de tórax:


Si se sospecha una neumonía se deben hacer todos los esfuerzos posibles para obtener unos Rayos X de tórax que den fe de este diagnóstico. Cuando se tiene un paciente con sospecha de neumonía y las imágenes de Rx de tórax no demuestran los infiltrados de ocupación alveolar puede ser por dos condiciones: la primera es que el paciente esté consultando de forma muy temprana y todavía no hayan hallazgos radiológicos y la segunda es que el paciente no tenga dicho diagnóstico. Si clínicamente se sigue sospechando el diagnóstico de neumonía el ideal es valorar unos Rx de tórax dentro de un período no mayor de 24-48 horas y ver si los infiltrados de ocupación alveolar han aparecido y de esta forma confirmar el diagnóstico.

Dentro de la valoración de los infiltrados hay que estar atentos a imágenes que puedan sugerir cavitación o absceso, presencia de derrame pleural y aunque los patrones no son definitivos para el diagnóstico etiológico si ayudan y pueden influenciar en la toma de decisiones, por ejemplo, si los infiltrados son apicales y nodulares una tuberculosis es la primera posibilidad a tener en mente. Las imágenes cavitadas múltiples pueden ser neumatoceles y la posibilidad entonces es un Stafilococcus aureus, la presencia de bronquiectasias sugiere la posibilidad de que otros gérmenes de tipo gram negativos puedan ser agente etiológico. El derrame pleural es una complicación que puede estar presente en los pacientes con neumonía, una vez diagnosticado o evidenciado a través de las imágenes y se considere que está asociado a los infiltrados de ocupación alveolar de una neumonía entonces si hay la cantidad suficiente de líquido pleural este debe ser estudiado a través de una toracocentesis. 


Paraclínicos:

Varios exámenes pueden ser indicados al momento del diagnóstico de un paciente con neumonía, el hemograma frecuentemente revela una leucocitosis, el diferencial predominantemente será neutrofílico, pero se debe estar atentos si en algún momento existe algún aumento de recuento de eosinófilos o un predominio linfocitario o mononuclear, si estuvieran presentes estas alteraciones deben ser tenidas en cuenta dentro de la historia clínica y la presencia de los infiltrados. El cultivo y gram de esputo en pacientes con diagnóstico de neumonía adquirida en comunidad es importante a tener en mente, los hemocultivos idealmente antes de iniciar la terapia antibiótica pueden contribuir a la identificación del germen. Los biomarcadores como la PCR, la procalcitonina, el uso de panel de virus respiratorio, identificación de antígeno para legionella, pneumococo e histoplasma en orina pueden tener utilidad, sobre todo en aquellos casos de neumonías severas y cuya etiología no está clara. 


Destino del paciente:


En el caso de los pacientes con diagnóstico de NAC la indicación de hospitalización puede ser valorada por varios índices pronósticos, el de más utilidad él es CURB-65. Hay una tendencia a tener en cuenta solo cuatro aspectos y el nuevo acrónimo es CRB-65, la sola edad como tal no es un parámetro para definir hospitalización, pero 2 criterios de este índice van apuntando hacia la posibilidad de hospitalización.


Antibioticoterapia:

En cuanto a la terapia antibiótica en NAC aquellos pacientes con perfiles de enfermedad leve la monoterapia con una cefalosporina de segunda generación o el uso de amoxicilina-clavulanato o ampicilina sulbactam son opciones socorridas, en pacientes con eventos moderados sigue siendo una recomendación el uso de macrólidos en asocio con una cefalosporina de segunda generación del tipo cefuroxima o el uso de amoxicilina o ampicilina y las fluoroquinolonas respiratorias como monoterapia. En pacientes con NAC grave el uso o escogencia de antibióticos están direccionados de acuerdo con los factores de riesgo para presencia de gérmenes MDR y aquellos pacientes con alta respuesta inflamatoria definidos con PCR muy altas (> de 150 mg/dl) están recomendados los cortiocides IV.