La Neumonía corresponde a
cualquier infección del parénquima pulmonar, no obstante es importante tener en
mente que hay varias formas de neumonía que no corresponden necesariamente a
infecciones, dado que hay varias formas de neumonía que no son de origen
infeccioso como lo son por ejemplo las neumonías intersticiales, en estos casos
el problema es de origen inflamatorio, por ello, hablando de la definición de
neumonía corresponde a un estado inflamatorio que puede ser de origen
inflamatorio infeccioso, inflamatorio por autoinmunidad, inflamatorio por
medicaciones o tóxicos,
inflamatorio por condiciones idiopáticas.
Los términos
bronconeumonía y neumonía lobar se utilizan de una forma indiscriminada o
indiferente:
- La definición presentada en el libro de patología de Robbins bronconeumonía es una condición que nace a partir de los bronquiolos, bronquios y alvéolos que puede diseminarse a los bronquios adyacentes y producir un compromiso multilobar.
- La neumonía lobar es una condición que como su nombre lo indica está restringida un compromiso de un lóbulo y en este sentido la diferenciación clínica pudiera ser de utilizada, el 90% de las neumonías lobares son de origen Streptococcus pneumoniae.
Hoy en día
encontramos una amplia gama de epónimos a las diferentes formas de neumonía.
Todas estas clasificaciones estpan encaminadas a tener un orden en el enfoque y
toma de decisiones según la clasificación sobre cuál tipo de germen puede ser
más probable y sea el causante de la neumonía.
Neumonía adquirida en
comunidad (NAC):
Esta es una
condición clínica que sigue teniendo validez cuyo significado clínico y
práctico está dado por el lugar de donde proviene el paciente y desarrollo la
enfermedad, aquella neumonía que se desarrolla en un ambiente de tipo
extra-hospitalario y según lo anterior los posibles agentes etiológicos se
comportan epidemiológicamente diferente al comparar con otras formas de neumonía.
En general es aquella neumonía que es adquirida en la comunidad y es un
individuo inmunocompetente. No obstante dentro de esta consideración hay
elementos a tener en cuenta, algunos han tratado de definir si esta condición es
en jóvenes o en mayores y más exactamente en personas de 65 años o más. Pero
esto no para aquí, hay varios elementos clínicos a tener en cuenta
como son las posibilidades de bronco-aspiración, aquí debe analizarse si hay antecedentes o condiciones que predispongan al bronco-aspiración
(epilepsia, alcoholismo, enfermedades digestivas que predispongan al reflujo o
bronco-aspiración, pérdida de la conciencia, ECV o enfermedades neurológicas,
uso de drogas psicoactivas), es importante conocer antecedentes de viajes y
estancias en otros lugares, antecedentes laborales como trabajar con aves,
ganado bovino, equino. La forma de presentación aguda de la enfermedad indicará
un perfil de posibilidades etiológicas bacterianas o virales y para tal efecto
un orden de estudios clínicos y paraclínicos.
Neumonía asociada al cuidado
de la salud:
Es preciso
tener en mente cuando se tiene se hace un diagnóstico de neumonía en un
paciente los factores de riesgo que pueden hacer que padezca una neumonía por
patógenos multi-drogo-resistentes (MDR)
Los gérmenes
aquí involucrados a tener en cuenta son el Estafilococcus aureus
meticilino-resistente (MRSA), Pseudomonas aeruginosa, ESBL –Enterobacterias.
Neumonía Nosocomial:
Característicamente se ha
definido como aquella neumonía que aparece luego de estar hospitalizado más
allá de 48 horas, en este grupo de neumonía aparece unos subgrupos y
clasificaciones como son la forma neumonía nosocomial temprana y la forma
tardía, la neumonía asociada al uso de la ventilación mecánica (o mejor
intubación).
La neumonía nosocomial se ha
clasificado como temprana, aquella que aparece a partir de las primeras 48
horas de hospitalización y la tardía que sucede más allá de 5 días de
hospitalización. La diferenciación se fundamenta en las posibilidades de
gérmenes encontrados, el MRSA, H. Influenzae y las Enterobacteriaceae. Aquellos
pacientes con Neumonía nosocomial más allá de 5 días tendrán en cuenta los
gérmenes mencionados más la posibilidad de Pseudomona aeruginosa, ESBL enterobacteriaceae,
MRSA, acinetobacter.
Una de las
consideraciones frente a esta forma de neumonía es el tipo de antibióticos que
se requieren para el tratamiento, definitivamente son de más amplio espectro y
quizás el abordaje diagnóstico en veces puede ser diferente por la indicación
de fibrobroncoscopia u otros métodos diagnósticos con el fin de determinar el
agente etiológico.
Consideración inmunológica:
La condición
inmunológica es una parte clave al momento de definir el enfoque y las
consideraciones diagnósticas de los pacientes que tiene un diagnóstico de
neumonía.
Los pacientes pueden tener compromiso de la inmunidad por varias
circunstancias:
- La infección por VIH-SIDA condiciona la inmunidad por células T
- Los pacientes con inmunodeficiencias adquiridas como la hipogamaglobulinemia tienen deficiencias en las células B, característicamente estos pacientes tiene neumonías recurrentes, otitis, faringitis, sinusitis trastornos gastrointestinales y pueden asociarse a anemia hemolítica y esplenomegalia y trombocitopenia autoinmune.
- Los pacientes sometidos a quimioterapias, trasplantes hematológicos, fases iniciales de trasplante de órganos sólidos pueden presentar neutropenias y en este sentido compromiso por aspergillus y otros hongos además de otras bacterias son importantes a tener en mente.
- Pacientes con tratamientos con medicamentos inmunosupresores como metotrexate, azatioprina, esteroides, micofenolato, ciclosporina, inhibidores de factor de necrosis tumoral alfa, inhibidores anti CD20 (rituximab) y CD52 (alemtuzumab) pueden desarrollar pneumocystosis, tuberculosis, infecciones por hongos, CMV.
Es por eso que conocer los antecedentes de medicaciones y la condición
inmunológica de un paciente es determinante para el enfoque y posibilidades
diagnósticas del paciente con neumonía.
Radiografía de tórax:
Si se sospecha una neumonía se
deben hacer todos los esfuerzos posibles para obtener unos Rayos X de tórax que
den fe de este diagnóstico. Cuando se tiene un paciente con sospecha de
neumonía y las imágenes de Rx de tórax no demuestran los infiltrados de ocupación
alveolar puede ser por dos condiciones: la primera es que el paciente esté
consultando de forma muy temprana y todavía no hayan hallazgos radiológicos y
la segunda es que el paciente no tenga dicho diagnóstico. Si clínicamente se
sigue sospechando el diagnóstico de neumonía el ideal es valorar unos Rx de
tórax dentro de un período no mayor de 24-48 horas y ver si los infiltrados de
ocupación alveolar han aparecido y de esta forma confirmar el diagnóstico.
Dentro de la valoración de los
infiltrados hay que estar atentos a imágenes que puedan sugerir cavitación o
absceso, presencia de derrame pleural y aunque los patrones no son definitivos
para el diagnóstico etiológico si ayudan y pueden influenciar en la toma de
decisiones, por ejemplo, si los infiltrados son apicales y nodulares una
tuberculosis es la primera posibilidad a tener en mente. Las imágenes cavitadas
múltiples pueden ser neumatoceles y la posibilidad entonces es un Stafilococcus
aureus, la presencia de bronquiectasias sugiere la posibilidad de que otros
gérmenes de tipo gram negativos puedan ser agente etiológico. El derrame
pleural es una complicación que puede estar presente en los pacientes con
neumonía, una vez diagnosticado o evidenciado a través de las imágenes y se
considere que está asociado a los infiltrados de ocupación alveolar de una
neumonía entonces si hay la cantidad suficiente de líquido pleural este debe
ser estudiado a través de una toracocentesis.
Paraclínicos:
Varios exámenes pueden ser
indicados al momento del diagnóstico de un paciente con neumonía, el hemograma
frecuentemente revela una leucocitosis, el diferencial predominantemente será
neutrofílico, pero se debe estar atentos si en algún momento existe algún
aumento de recuento de eosinófilos o un predominio linfocitario o mononuclear,
si estuvieran presentes estas alteraciones deben ser tenidas en cuenta dentro
de la historia clínica y la presencia de los infiltrados. El cultivo y gram de
esputo en pacientes con diagnóstico de neumonía adquirida en comunidad es importante
a tener en mente, los hemocultivos idealmente antes de iniciar la terapia
antibiótica pueden contribuir a la identificación del germen. Los biomarcadores
como la PCR, la procalcitonina, el uso de panel de virus respiratorio,
identificación de antígeno para legionella, pneumococo e histoplasma en
orina pueden tener utilidad, sobre todo en aquellos casos de neumonías severas
y cuya etiología no está clara.
Destino del paciente:
En el caso de los pacientes con
diagnóstico de NAC la indicación de hospitalización puede ser valorada por
varios índices pronósticos, el de más utilidad él es CURB-65. Hay una tendencia
a tener en cuenta solo cuatro aspectos y el nuevo acrónimo es CRB-65, la sola
edad como tal no es un parámetro para definir hospitalización, pero 2 criterios
de este índice van apuntando hacia la posibilidad de hospitalización.
Antibioticoterapia:
En cuanto a la terapia
antibiótica en NAC aquellos pacientes con perfiles de enfermedad leve la
monoterapia con una cefalosporina de segunda generación o el uso de
amoxicilina-clavulanato o ampicilina sulbactam son opciones socorridas, en
pacientes con eventos moderados sigue siendo una recomendación el uso de
macrólidos en asocio con una cefalosporina de segunda generación del tipo
cefuroxima o el uso de amoxicilina o ampicilina y las fluoroquinolonas
respiratorias como monoterapia. En pacientes con NAC grave el uso o escogencia
de antibióticos están direccionados de acuerdo con los factores de riesgo para
presencia de gérmenes MDR y aquellos pacientes con alta respuesta inflamatoria
definidos con PCR muy altas (> de 150 mg/dl) están recomendados los
cortiocides IV.
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