La hipotermia accidental
ocurre cuando la temperatura corporal central desciende, de manera no
intencionada, por debajo de 35°C, temperatura a la cual comienzan a ser
ineficaces muchos de los mecanismos fisiológicos compensadores cuya función consiste
en conservar el calor. La hipotermia accidental primaria es consecuencia de la
exposición directa al frío de una persona previamente sana. La tasa de
mortalidad es mucho mayor en los pacientes que sufren hipotermia secundaria
como complicación de una enfermedad general.
Causas:
La hipotermia accidental
primaria puede producirse en cualquier lugar y en cualquier estación. Los
ancianos tienen menor protección térmica y están más propensos a la
inmovilidad, a la desnutrición y a enfermedades que interfieren en la
generación o la conservación de calor. En los recién nacidos, la pérdida de
calor es alta debido a su mayor proporción entre superficie y masa, y a la
falta de respuestas conductuales adaptativas y de escalofríos eficaces. Además,
la malnutrición puede contribuir a la pérdida de calor, por ausencia de grasa
subcutánea y porque conlleva agotamiento de las reservas de energía que se
utilizan para la termogénesis.
El etanol produce
vasodilatación (que aumenta la pérdida de calor) reduce la termogénesis y la
gluconeogénesis y puede alterar la capacidad de juicio o producir obnubilación.
Las fenotiazinas, los barbitúricos las benzodiacepinas, los antidepresivos
tricíclicos y otros muchos medicamentos aminoran la vasoconstricción por un
mecanismo central.
Varios tipos de trastornos
endocrinos pueden ocasionar hipotermia. El hipotiroidismo, ante todo en casos
extremos como sucede con el coma por mixedema, reduce el metabolismo y altera
la termogénesis y las respuestas conductuales. La insuficiencia suprarrenal y
el hipopituitarismo también pueden incrementar la predisposición a hipotermia.
La hipoglucemia, en particular la causada por insulina o los antidiabéticos
orales, se acompañan asimismo de hipotermia en parte como consecuencia de los
efectos neuroglucopénicos en la función hipotalámica.
Las lesiones neurológicas
secundarias a traumatismos, el accidente cerebrovascular, la hemorragia
subaracnoidea o las lesiones hipotalámicas aumentan la tendencia a la
hipotermia.
En la siguiente tabla se
resumen factores de riesgo para presentar hipotermia:
Termorregulación:
- Radiación: 55 a 65% de la pérdida de calor
- Conducción: 10 a 15% aunque este porcentaje es mayor en el agua fría
- Convección: aumenta con el viento
- Respiración
- Evaporación: sobre las que influye la temperatura ambiental y la humedad relativa
La parte anterior preóptica
del hipotálamo es la que, en circunstancias normales, coordina la
termotegulación. La defensa inmediata de la termoneutralidad se efectúa a través
del sistema nervioso autónomo, mientras que el control a largo plazo depende
del sistema endocrino. Las respuestas del sistema nervioso autónomo consiste en
la liberación de noradrenalina, aumento del tono muscular y escalofríos, que
incrementan la termogénesis y el metabolismo basal. La termorrecepción cutánea
del frío produce un reflejo de vasoconstricción directo para conservar el
calor. La exposición prolongada al frío también estimula al eje tiroideo con el
consiguiente aumento del metabolismo.
Cuadro clínico:
En la mayor parte de los
casos de hipotermia el antecedente de exposición a factores ambientales, como
una exposición prolongada al aire libre sin las ropas adecuadas, hace que el
diagnóstico sea evidente. Sin embargo, en ambientes urbanos, la presentación
inicial suele ser más sutil y el médico puede pensar en otras enfermedades,
exposiciones a toxinas o trastornos psiquiátricos.
·
Escalofríos
·
Balbuceo o murmullo
·
Respiración lenta y poco profunda
·
Pulso débil
·
Torpeza o falta de coordinación
·
Somnolencia
·
Confusión o pérdida de memoria
·
Pérdida del conocimiento
·
Piel fría y de color rojo brillante (en bebés)
Diagnóstico:
Después de documentar un
diagnóstico de hipotermia, se instaura vigilancia cardíaca, y se hace lo
posible por limitar la pérdida adicional de calor. Si el paciente se encuentra
en fibrilación ventricular, se intentará resolver mediante desfibrilación
(2J/kg). Si no se reestablece el ritmo, se calienta de nuevo al paciente hasta
que llegue a 30 – 32°C antes de repetir los intentos de desfibrilación. Siempre
está justificada la administración de oxígeno suplementario. La
vasoconstricción de estos pacientes puede hacer que la oximetría de pulso no
sea fiable.
La solución salina normal es
preferible a la de Ringer con lactato, porque en el paciente hipotérmico el
hígado no metaboliza lo suficiente el lactato. Los desequilibrios
acidobásicos deben corregirse de manera gradual, ya que el sistema de
amortiguamiento con bicarbonato es ineficiente.
Estrategias de calentamiento:
La decisión inicial
fundamental es si el calentamiento debe ser activo o pasivo. EL calentamiento
externo pasivo consiste simplemente en cubrir y aislar al paciente en un
entorno cálido. Con la cabeza cubierta, la velocidad de calentamiento suele ser
de 0,5 a 2°C/h. Esta técnica es la ideal en sujetos sanos que sufren hipotermia
accidental primaria, leve y aguda. Para mantener la termogénesis endógena, el
paciente ha de disponer de energía y de glucógeno suficientes.
El calentamiento activo es
necesario en las siguientes circunstancias: temperatura central menor a 32C
(poiquilotermia), inestabilidad vascular, edades extremas, disfunción del SNC,
insuficiencia endocrina o presunta hipotermia secundaria. La mejor forma de
proceder a un calentamiento externo activo consiste en usar mantas calentadoras
con aire circulante a presión. Otra
opción son las fuentes de calor radiante y las compresas calientes.
Se considerarán las opciones
de calentamiento extracorporal de la sangre en pacientes con hipotermia grave,
sobre todo los que sufren hipotermia accidental primaria. En los pacientes con
extremidades completamente congeladas o cuando existe destrucción importante de
tejidos combinada con rabdomiolisis, el apoyo circulatorio puede ser la única
opción eficaz. La mejor estrategia suele ser la combinación de técnicas de
calentamiento pasivo, activo troncal y central activo.
A continuación se mencionan
las opciones disponibles para el calentamiento extracorporal:
Manejo general:
Cuando un paciente está
hipotérmico los órganos y el aparato cardiovascular apenas responden a la mayor
parte de medicamentos. Además, las dosis acumulativas pueden producir toxicidad
durante el calentamiento, debido a la mayor captación de los fármacos por las
proteínas y a la alteración del metabolismo y la excreción.
Uno de los primero objetivos
que deben plantearse se refiere a alcanzar una tensión arterial media de por lo
menos 60 mmHg. Si la hipotensión no cede con la administración de líquidos
endovenosos, habrá que pensar en la administración de dosis bajas de dopamina
(2 a 5 uk/kg/min).
En general, no está
justificado establecer un tratamiento empírico de la insuficiencia suprarrenal,
salvo que los antecdentes del pacietne indiquen una dependencia de los
esteroides o una insuficiencia suprarrenal o se observe ausencia de respuesta
al calentamiento con las medidas habituales. Por otra parte, la administración
de levotiroxina por via parenteral a los pacientes eutiroideos con hipotermia
puede ser peligrosa.
La hipotermia disimula los
síntomas y signos de infección, en particular la fiebre y la leucocitosis. Los
escalofríos y la sensación de frío de personas con infecciones pueden ser confundidos
con los escalofríos habituales. A menos que se identifique un foco infeccioso,
la profilaxis empírica con antibióticos está justificada principalmente en
ancianos, recién nacidos e inmunodeprimidos.
Prevención:
Las medidas preventivas deben
comentarse con las personas de alto riesgo, en concreto con los ancianos o los
que trabajan en situaciones que los exponen a menudo a un frío extremo. Debe
insistirse en la importancia del uso de varias capas de ropa y de la protección
de la cabeza, de aumentar la ingesta calórica y de evitar el etanol, además de
la facilidad de acceso a los servicios de rescate.
Casos famosos de hipotermia:
Titanic:
Muchos de los pasajeros a bordo del Titanic, que llegaron a sobrevivir hasta después del hundimiento total del barco, murieron de hipotermia, incluidos muchos de los que iban en los botes salvavidas.
Muchos de los pasajeros a bordo del Titanic, que llegaron a sobrevivir hasta después del hundimiento total del barco, murieron de hipotermia, incluidos muchos de los que iban en los botes salvavidas.
Monte Everest:
Muchos especialistas en la escala de montaña se atrevieron a subir el Everest, aunque gran cantidad de ellos no sobrevivieron a causa de la baja temperatura que hay en las partes más altas de la montaña.
Muchos especialistas en la escala de montaña se atrevieron a subir el Everest, aunque gran cantidad de ellos no sobrevivieron a causa de la baja temperatura que hay en las partes más altas de la montaña.
Segunda Guerra Mundial:
Durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, en especial en el Frente del Este millones de personas y cientos de miles de soldados alemanes y soviéticos murieron a causa de exponerse a temperaturas de -40ºC durante el invierno de 1941 y 1942. En el Sitio de Stalingrado fallecieron al menos un millón de personas entre soldados y civiles a causa del hambre y la hipotermia.
Durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, en especial en el Frente del Este millones de personas y cientos de miles de soldados alemanes y soviéticos murieron a causa de exponerse a temperaturas de -40ºC durante el invierno de 1941 y 1942. En el Sitio de Stalingrado fallecieron al menos un millón de personas entre soldados y civiles a causa del hambre y la hipotermia.
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